Islandia está preocupada por el futuro de sus salmones, y no es para menos. El pasado 20 de agosto miles de peces que eran criados en una piscifactoría del país, pertenecientes a una cepa noruega, escaparon a mar abierto y desde entonces están invadiendo numerosos ríos, incluso a considerable distancia del lugar del que se fugaron. Esta situación está poniendo en peligro la población de salmón salvaje, puesto que la hibridación entre unos y otros daña la continuidad de la especie silvestre.
Publicado
en
Córdoba
por
Pablo
Etiquetas:
Sociedad