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Cómo hizo Aerolíneas Argentinas para pasar del déficit crónico a un superávit récord

De un déficit «crónico» a un superávit histórico. Esa es fue la realidad de Aerolíneas Argentinas durante 2024. Este jueves, la Asamblea de la compañía aprobó el balance correspondiente al ejercicio del año pasado, que marcó un resultado positivo de $271.000 millones, un hecho inédito desde que el Estado recuperó el control de la compañía en 2008.

En tanto, registró un EBIT (ganancia antes de intereses e impuestos) de u$s56,6 millones, lo que significa que los ingresos operativos superaron a los costos sin necesidad de aportes del Tesoro para gastos corrientes. Este indicador, clave para medir la performance en la industria aerocomercial, muestra una mejora del 114% respecto de 2023, cuando la empresa había registrado una pérdida de USD 390 millones.

En 2023, Aerolíneas había cerrado con una pérdida contable de $385.000 millones, lo que refleja una mejora del 170% en el salto hacia la ganancia. 

Según la compañía, el salto a números positivos se fundamentó en una política de reducción de costos y optimización de recursos, que incluyó la disminución del 15% de la planta de personal (más de 1.600 empleados y 85 cargos jerárquicos menos), la cancelación de rutas deficitarias, el cierre de sucursales y la concentración de operaciones en destinos estratégicos.

Superávit histórico y sin necesidad de fondos públicos

En lo que va del 2025, la tendencia superavitaria de Aerolíneas argentinas se mantiene. A principios de julio, se informó que Aerolíneas Argentinas cerró el primer trimestre de 2025 con un resultado económico positivo de $169.012 millones, según cifras oficiales publicadas por la Secretaría de Hacienda. Se trata del mejor desempeño financiero de la empresa desde que fue reestatizada en 2008, lo que representa un hito histórico para la línea aérea de bandera.

Uno de los datos más destacados del informe es que la compañía alcanzó un margen del 22,78% entre su resultado económico final y los ingresos operativos. Este nivel de rentabilidad no solo es el más alto en los últimos 20 años, sino que además posiciona a Aerolíneas dentro de los estándares de eficiencia que se observan en los principales benchmarks de la región.

Además, de acuerdo con el Sistema Integrado de Información Financiera de Empresas Públicas (SIFEP), Aerolíneas Argentinas fue la segunda empresa estatal con mejor resultado económico en lo que va del año, y quedó a menos de un millón de pesos de alcanzar el primer puesto en ese ranking.

A lo largo de 2025, Aerolíneas no recibió transferencias del Tesoro nacional y, según informó oficialmente al Ministerio de Economía, tampoco requerirá aportes estatales para cubrir el funcionamiento de su operación durante este año. Con esto, la empresa consolida un cambio profundo en su modelo de gestión, alejándose de la histórica dependencia del financiamiento público.

Cómo hizo Aerolíneas Argentinas para pasar del déficit a un superávit histórico

Según explicaron desde la empresa, este drástico cambio se consolidó «gracias a una política agresiva de reducción de costos que incluyó la baja de cerca del 15% de su planta de personal, llevando el número de empleados al nivel más bajo en 15 años y alcanzando el menor promedio de empleados por avión en la historia de la compañía».

«En este proceso dejaron la empresa más de 1.600 personas, y se eliminaron un total de 85 cargos jerárquicos, incluyendo 8 direcciones, 20 gerencias y más de 50 posiciones de diversas categorías», detallaron. 

Además, se cancelaron «rutas improductivas y se focalizó la operación sobre aquellas que arrojan mejores resultados para la compañía, fomentando un esquema de conectividad estratégica, que incluyó acuerdos históricos con Iberia y LATAM». «Estos acuerdos permitieron ampliar la red de conectividad de la empresa tanto en España, como en diversos destinos del Cono Sur», agregaron.

Como última medida, la empresa avanzó en la reconfiguración de su red comercial cerrando 19 de sus 21 sucursales en el interior del país. En abril dejaron de operar las sucursales de Formosa, Trelew, Santa Fe, Bariloche, Corrientes, Río Gallegos y Río Grande, a las que se sumaron Mar del Plata y Tucumán en mayo.

«Así, solo quedarán activas las sucursales de Buenos Aires, Córdoba y Mendoza. Esta iniciativa se basó en los cambios en los hábitos de consumo de los pasajeros, que hicieron que la venta presencial signifique hoy apenas el 1% del total de los tickets emitidos. Hoy, el principal canal de venta directa es la web», detallaron desde Aerolíneas.

Uno de los puntos que la gestión actual no logra resolver es el conflicto con los gremios. De hecho, desde APLA (pilotos), adujeron que el superávit se apoya, sobre todo, en que hay «aviones parados en mantenimiento». Sin embargo, voceros de la empresa explicaron que la conducción de Pablo Biró está desorientada en cuanto a sus reclamos.

«Aerolíneas voló durante la temporada baja de abril, mayo y junio de 2025, más de lo que voló en el mismo periodo de 2024. La foto que toma APLA de los aviones en mantenimiento es falaz y malintencionada, y se desarticuló cuando entre el 85% y el 90% de la flota voló durante la temporada alta de invierno en línea con los estándares de la industria», agregaron desde la empresa

Cerca de Fabián Lombardo explicaron por su parte que «los dirigentes de APLA estaban acostumbrados a operar vuelos en rutas que iban a pérdida, con tarifas deprimidas y ocupaciones bajas». «Esa época se terminó. La propuesta de futuro de la compañía es clara. Hay que garantizar la viabilidad de la empresa«, resaltan. Y parecen explicar, así, cómo hizo Aerolíneas Argentinas para pasar del déficit a un superávit récord.

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