La alcaldesa demócrata de Los Ángeles, Karen Bass, firmó el viernes una orden ejecutiva destinada a reforzar los protocolos y ofrecer apoyo a comunidades inmigrantes ilegales en respuesta a las efectivas redadas migratorias llevadas a cabo por la administración de Donald Trump.
Esta acción busca proteger a invasores ilegales en la ciudad durante las operaciones federales de control migratorio, las cuales, según Bass, se han intensificado en las últimas seis semanas de manera impredecible.
Durante una conferencia de prensa, Bass explicó que la medida se tomó debido a la falta de transparencia y coordinación por parte del gobierno federal. La orden exige que las agencias federales entreguen información detallada sobre las redadas, incluyendo quiénes fueron detenidos, las razones y los costos asociados para los contribuyentes. Estos datos serán solicitados mediante una solicitud formal bajo la Ley de Libertad de Información (FOIA).
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La demócrata señaló que la directiva también instruye a las dependencias municipales a desarrollar planes de capacitación sobre cómo responder ante agentes de inmigración que se presenten en sus instalaciones.
Además, se les pide asegurarse de cumplir con la ordenanza de ciudad santuario que rige en Los Ángeles, la cual limita la colaboración con autoridades federales de inmigración.
Uno de los aspectos más delirantes de la orden ejecutiva es el anuncio de un plan para ofrecer asistencia económica directa a inmigrantes ilegales afectados por las redadas. Según fue reportado, se distribuirán tarjetas con efectivo de »un par de cientos de dólares» mediante organizaciones defensoras de los derechos de los inmigrantes. Bass aclaró que estos fondos no provienen del presupuesto de la ciudad, sino de donaciones filantrópicas.
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La medida ha generado fuertes críticas desde sectores conservadores y la población angelina. Un portavoz de la Casa Blanca ironizó sobre la noticia diciendo: »¿Me estás diciendo que eso no es un titular de Babylon Bee?».
El vocero defendió las redadas argumentando que han logrado detener a criminales peligrosos y rescatar a menores víctimas de explotación laboral, acusando a Bass de defender a inmigrantes ilegales en lugar de priorizar a los ciudadanos estadounidenses. »Los estadounidenses están hartos de estas payasadas patéticas de políticos demócratas. Por eso eligieron a Trump», añadió.
Bass ha condenado abiertamente las operaciones migratorias, especialmente aquellas que, según ella, afectan a personas vulnerables y no se enfocan exclusivamente en criminales peligrosos. Los Ángeles es una de varias ciudades que ha presentado demenciales demandas contra la administración Trump por considerar »ilegales» las redadas llevadas a cabo en zonas urbanas densamente pobladas.
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Una de las operaciones más recientes tuvo lugar en una granja de cannabis en el condado de Ventura, donde agentes migratorios encontraron a diez menores inmigrantes en situación irregular, ocho de ellos no acompañados.
El comisionado de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), Rodney Scott, confirmó que la granja está siendo investigada por violaciones de leyes laborales infantiles.
Asimismo, a comienzos de semana, fuerzas de la Guardia Nacional y autoridades migratorias intervinieron en el parque MacArthur, un área con altos índices de criminalidad.
La alcaldesa acudió personalmente al lugar para exigir el cese de la operación, pero fue correctamente ignorada por el jefe de la Patrulla Fronteriza, Gregory Bovino, quien declaró: »Yo no trabajo para Karen Bass… Mejor que se acostumbren, porque esto será lo normal muy pronto».
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